sábado, 10 de marzo de 2012

Cuento de una Madre Soltera...


Esta es la historia de una madre soltera que por un mal entendido de comunicación un viernes en la noche le pasó lo siguiente.

Primer round: no hay quien atienda al terremoto de mi hijo ya que mami va para donde mi hermano y mi hermana no ha salido del trabajo aun (contando que son las 8pm de la noche aproximadamente).

Yo me acabo de quitar un yeso (de lo cual no le había informado a mi querido novio), pero nada yo no calcule absolutamente nada y le dije a mi madre que me iba a andar, en ese mismo instante me dio mi respectiva rellena a la cual no le hice caso; le encaquete al terremoto de mi hijo para que me lo llevara a la parada (porque no quería coger 2 taxis) y salgo con mi carajito para la calle.

El camino conduce hacia el cine, llego no había mucho que ver porque quería ver el rey de najayo (con mi novio quien andaba de juerga con unos panas), como no hay de otra y ando con el terremoto a rastros compro una para ver “un lugar para soñar” que trata de un jevo que se muda para una caza que tiene un zoológico en la casa, pensé: animales, al terremoto de mi hijo seguro le llamara la atención.

Compro mi taquilla la tipa casi me enamora al muchacho y me pongo en el área de comida a esperar las 9:20pm, eran como las 8:30pm, error numero 18 hay un funtastico cerca ya se pueden imaginar que hay luces y colores lo cual llama mucho la atención a un niño de un año y medio que para colmo se quiere montar en los juegos pero les tiene miedo.

Nada, compro una paleta de helado que ni se comió y cuando llega la hora de entrar con el terremoto a la sala de cine todo está bien hasta que se apagan las luces y comenzaron las chinchas a atacar su cuerpo joven. Le muestro los animales y hago sonidos, al menos logro entretenerlo más o menos como 10 minutos cuando comienza una lucha cuerpo a cuerpo con él, lo suelto y lo dejo en el pasillito y antes de pestañar el terremoto había salido de la sala y andaba corriendo en el pasillo a todo esto yo ando coja porque recuérdense que ese mismo día me había quitado un yeso en la tarde.

Segundo round: Arranco atrás del muchacho y lo entro otra vez y comienza de nuevo el mismo sistema, 10 minutos mas y le ajusto un biberón de leche el cual le dio un zumbón, o sea, cine sala oscura y don biberón rodando por todo el pasillo, a lo cual comienza a llorar por hambre, ya en ese preciso momento quería matarlo pero nada agarro a mi carajito por el brazo me abajo en medio del pasillo y comienzo a buscar el biberón a todas estas el terremoto esta rajado dando gritos.

En una encuentro el biberón lo suelto para agacharme y tomarlo y otra vez el carajito con complejo de hijo de flash sale hasta el pasillo, lo agarro lo entro otra vez y me siento en el pasillo cerca de la pantalla y ahí se estuvo 10 minutos más; a todo esto no se bebió la leche porque razón vayan ustedes a saber, el asunto era que ya no la quería.

Aun sentada en el piso del pasillo lo siento en mis piernas a lo cual dura como 5 minutos más e hizo otro show, lo agarre lo saque del cine mas quillada de como llegue con dolor en el pie y el muchacho muerto de la risa desde que salió afuera y mis 100 pesos (era viernes) perdidos.

Ya fuera en el parqueo me decido llamar al cuñado y a mi hermana que habían quedado de ir a buscarme y que luego decidieron que no, mejor que cogiera un taxi. Llego a la casa con el terremoto en un brazo al hombro, del otro lado el bulto y cojeando del pie; lo único bueno es que llegue como a las 10:30pm y se acostó a dormir desde que lo puse en la cama. Creo que por eso durmió tranquilo de lo tanto q jodio en el cine.

De mi parte explotada, un poco menos quillada al ver a mi retoño dormir pero adolorida físicamente por la lucha que me puso a coger mi adorado terremoto.



Moraleja: no salgan a la calle quillada con un niño pequeño un viernes y mucho menos cojeando de un pie, que les pesara.