Esta vez la historia algo más corta pero no deja de tener su encanto porque cada día se aprende algo nuevo; esta vez el protagonista de la narración lo fue el bélico que no quedo con mucho gusto de participar para las futuras travesías ciclísticas pero que quedo en manos de mis compañeros convencerlo para que continúe con la preparación para que esté listo para finales de septiembre donde se dará el verdadero pedalazo.
Ya sabía que todo no iría muy bien porque comenzamos más tarde de lo habitual debido a que el ttp se quedó dormido, presumo que fue de la jumeta que se había dado la noche anterior escondido (el cree q yo no sé qué anda callejeando con otros elementos que lo han comprado con romo barato); el bélico como siempre para salir de su casa es con un protocolo pre-establecido para que no lo viren como una media vieja, por otro lado el apóstol pidiéndole cacao a la señora para que lo dejen salir porque ya se encuentra sospechoso que salga todos los domingos dique a montar bicicletas y en el caso de mantekita el priva en artista pero esta vez me sorprendió y estaba listo.
Casi una hora después de tratar de reunir a estos divos en dos ruedas, zarpamos hacia la ruta desconocida, esta vez nadie permitió que el ttp marcara el rumbo por los hechos acontecidos en la recién pasada semana que trajo como consecuencias estragos en algunos de nosotros, tanto así que aún no me recupere por completo de esa última travesía.
Pero con el sol dándonos en la cara nos fuimos a la buena de Dios, el apóstol toma la delantera y los demás cual ovejas obedientes en un rebaño le caímos atrás pero no han pasado ni 10 minutos recorridos y ya el ttp se le presenta un percance con la montura que usa y nos tuvimos que detener, luego de unos cuantos ajustes seguimos en bajada porque de aquí para allá todo es fácil. Pero no bien ni cruzamos el puente flotante y quien les escribe comenzaba a perder paulatinamente fuerzas de empuje, al parecer un año más cumplido a socavado mi espíritu y ya estoy comenzado a cancanear.
Ahora bien tomando en cuenta que esta peripecia es del bélico vamos a contar las cosas desde su punto de vista; resulta que el bélico pone la cara dura cuando ve que bajamos por villa duarte para tomar la avenida Barceló y cruzar el flotante para tomar la avenida del puerto, yo le digo que no se preocupe que no llegaríamos tan lejos pero él al igual que yo seriamos estafados vilmente, el bélico no me cree mucho lo que digo y sigue como si nada dando pedales, pero al pasar por la plaza juan barón ya el hombre comienza a ponerse moscatel (y no precisamente caballo blanco) pero no dice nada solo atina a mirar para atrás y hacerme un gesto con la cabeza.
Seguimos el recorrido y ya estamos a la altura de la Máximo Gómez yo con el bofe afuera trato de agarrarme cómo puedo a la bicicleta mientas el ttp, el apóstol y mantekita van suavecito como que no ha pasado nada, sabemos que el ttp usa sustancias no controladas para tener esas energías, mantekita es loco y el apóstol dice quítense que llegue yo (voz de tito swing), mientras el bélico ya con cara de incredulidad se me acerca y discretamente comienza a preguntar que para donde es que vamos, yo ingenuo al fin le contesto que lo más lejos que llegaremos es a la uasd, el como que no me cree mucho y seguimos pedaleando.
Yo hago unas señas a los tres que van en solitario para que doblen porque estoy creyendo que ya estamos terminando el recorrido, graso error, cuando nos detenemos el apóstol pregunta que si pasa algo, el bélico y yo le respondemos que no, pero yo pregunto qué hacia donde van porque la uasd es subiendo que esta (estamos parados en la alma mater con George Washington) a lo que el apóstol responde que él ni siquiera esta sudado y que sería un abuso que lo sacaran de su casa para solo recorrer 22 minutos, mantekita también mete su epitafio y dice que aún nos falta pedaleo.
El bélico no se aguantó y arremetió contra estos dos individuos porque lo sacaron de su casa vendiéndole un sueño, pero mantekita no se contuvo y comenzó a reírse a carcajadas por la cara que tenía el bélico pero peor se puso el asunto cuando le dicen que la meta del día era llegar al menos a la bolita del mundo, si esa misma que estaba en el centro de los héroes, el bélico solo atina a decir: “errrrr diablo”, pero ustedes lo que quieren es acabar conmigo; yo tampoco estaba muy a gusto pero la meta era la meta y ya que nos faltaba poco teníamos que cumplirla.
El ttp dice que para que el bélico y yo viéramos que ellos no eran tan malos nos darían una ventaja para que nosotros nos fuéramos adelante y ellos demostrarían que llegarían enteritos. Yo le dije al bélico que nos fuéramos porque las opciones no eran muchas y el sol cada segundo más se estaba poniendo bueno. Pasado unos minutos más de debate tome la decisión de arrancar y que me cayeran atrás, total lo peor que podría pasar es que no llegara y aun teníamos que devolvernos para atrás (otra historia).
Por fin llegamos hacia nuestro destino, pero como siempre el sitio donde te dicen que es el final espera siempre unos metros más para allá; ya debajo de una sombra de una de las oficinas gubernamentales por fin yo respiraba alguito más tranquilo mientras el bélico cogía aire para hacer sus alegatos de cómo era posible que lo engañaran tan vilmente, que la próxima vuelta el tomaría por cual camino ir porque ya le empezaba a pesar la subida de la avenida Barceló que da hacia el Ozama (y no habíamos llegado) pero le dije que esa la subiríamos a pie porque en el Ozama todo era cuesta arriba (literalmente), el bélico me dio una mirada helada tan solo de escuchar mis palabras.
Ya iba haciendo hora de que nos devolviéramos porque a pesar de ciertas protestas se había cumplido precariamente con la meta no puesta por tres individuos que según ellos estaban enteros, marcamos el paso y le dimos para atrás como tenía que ser, pero yo me devolvía guardando la reserva para el ultimo sprint porque mentalmente sabía que sería duro las subidas mientras el bélico iba echando chispas porque se sentía burlado por sus compañeros de viaje.
Cuando por fin llegamos al puente flotante veo que el ttp y mantekita imprimen velocidad y con una fuerza magistral suben la empinada cuesta, el apóstol parece que calculo que era mejor subirla a pies mientras que el bélico amago pero ahí mismo quedo, yo de mi parte sabía que no había fuerzas así que me tome mi tiempo y subí a pies, pero el ttp y mantekita se perdían en la distancia.
En una tertulia improvisada el apóstol, el bélico y este explotado escritor comentábamos las realidades de nuestras vidas, mientras que el ttp y mantekita estaban estacionados debajo de una mata d acacia haciendo esquina esperando que nosotros llegáramos. Cuando nos volvimos a juntar todos yo personalmente con el bofe en las manos y con las piernas temblorosas tuvimos que tomar otro airecito porque la cosa se me estaba poniendo fea, ya el bélico estaba más calmado porque se había tomado una bebida refrescante que al parecer le había devuelto algo de energía.
Mantekita dice que como soy el que está más cansado que marque el paso esta vez que los demás me caerán atrás, yo le respondo que no hay problemas que hagan el intento y en el punto de partida nos veremos, el bélico se puso algo chivo con mi respuesta pero no le di tiempo a replica y salí huyendo antes de que alguien se arrepintiera por dejarme ir adelante.
Astutamente saco algunos cuerpos de ventaja y los guio por ciertas calles que al principio parecen fáciles porque las subidas no son tan empinadas hasta que doble en una calle que habría que subir con pilas y como tenía la ventaja solo podía mirar hacia abajo para ver mi sombra, aplique la reserva que guardaba y no me detuve hasta llegar a la Venezuela cuando por fin el ttp y mantekita me alcanzan pero no veo a lo lejos ni al apóstol ni mucho menos al bélico.
Cuando finalmente llegan estos dos elementos lo primero que dice el bélico es que si yo era loco, que porque había tomado las calles más empinadas, que cual era la necesidad, que si era un complot para que el dejara de participar en estos encuentros ciclísticos, que no había necesidad de venderle sueño de esa manera, etcétera.
Nadie le puso como mucho caso y como yo tenía la urgencia de irme a echar agua le dije que tenía la razón y ahí mismo se acabó el asunto, y que esta vez no me iba a preocupar por la campañita de descredito que me haría en las redes sociales, que era su derecho a quejarse si se sentía que los otros tres elementos lo había engañado, y le dije que eso era parte del deporte.
Certifico que al momento de terminar esta peripecia por lo tarde de la noche que es no espero que el bélico este despierto, pero seguro el día posterior a esta publicación vendrá la avalancha de comentarios de su parte porque dirá que la historia está mal contada.
pero ese hombre si es flojo, que barbaridad.
ResponderEliminarjajajajja...
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