Resulta y viene hacer el caso de
que a mi querida y bella novia se le ha ocurrido la brillante idea de que
posemos ante un lente fotográfico para que nos tiremos fotos juntas de estudio
ya que luego de un peregrinar hasta la fecha reciente no tenemos muchas que
digamos.
Yo le digo que no tengo
inconveniente alguno pero lo aclaro de antemano que no soy nada fotogénico y
espero que el photoshop no sea tan agresivo con mi persona, pero había algo que
no me cuadraba muy bien pero siempre apoyo todas la actividades que podamos
hacer juntos y en donde salga barata, palabrita esta ultima que me recuerda
siempre: “Lo barato sale Caro”.
Luego de una búsqueda para nada
intensa me dice la Sra. que encontró una oferta de esas que ponen en internet
donde ponen a precio de vaca muerta el asunto en donde cualquiera de iluso cae
redondo si pasar por Go. Luego de una breve explicación de lo que ofrece la
oferta lo que más me gusto fue el precio hasta que me dijeron la ubicación del
lugar del estudio.
Al parecer ella no se fijo bien
en la dirección exacta y con toda la falta del sentido de orientación y GPS
incluido, nos mando para el Km. 8 ½ de la independencia, aclarando que vivimos
en la zona oriental. Ya se puede ir imaginando la cara de insatisfacción que
puse cuando me entere de eso.
Pero como soy un persona
entregada y la apoyo en todos sus proyectos no me quedo de otra que tomar el
DeadBall a la cabeza y hacerme el loco ante la situación presentada; pero el
asunto se puso más sabroso cuando primero me hace esperarla media hora a la
salida de su lugar de trabajo porque se
antojo de hacer algo para las dichosas fotos y luego de dar par de
vueltas y tratar de llegar al sitio nos dimos cuenta de que se trataba de un
chinchorro.
Es decir no me mal interpreten ya
que no soy para nada elitista pero cuando llegas a un sitio y lo primero que te
dice el que va a tomar las fotos dame unos minutos para que nos dé tiempo para
que llegue la luz ya es mal augurio de que las cosas no irán por buen camino.
A todo esto, súmenle el calor
tropical que nos arropa, el pequeño terremoto que nos acompañaba y el deseo frustrado
de estar en mi casa con las cuatro gomas para arriba disfrutando de un rico
vaso de habichuelas con dulce que hizo mi madre no es para menos que uno quiera
tomar decisiones algo drásticas.
Luego de un rato y al fin cuando
vamos arrancar a tomarnos las fotos se va la poca energía que tenía el inversor
del individuo aquel y solo atino a decirnos en media hora la luz llega; pero
como siempre en mis travesías por el mundo apocalíptico que recorro no creerán
que la luz nunca llego (típico en nuestro país), pero más cuerda debe de dar
que la parte que paga 24 horas de luz mal dada no tenga luz pero sin embargo el
barrio más próximo donde la mayoría no paga si tenga luz, a ironías de la vida.
Luego de un rato el pique comenzó
a bajarse de mi mientras por el otro lado a mi señora la irritación y la
impotencia por no hacer nada la estaban invadiendo; luego de dos horas de larga
espera tuvimos que acordar una nueva fecha para poder tirarnos las fotos que
nos saldrá más cara a la larga ya que tenemos que dar otro viaje para el sitio.
Moraleja: antes de usted pagar
cualquier oferta pregunte o averigüe primero donde es el sitio para que no
tenga que dar un viaje hasta el fin del mundo por algo que le puede salir más
costoso que barato y así se evita el dañarle el momento a ese ser querido de no
comerse sus habichuelas con dulce como le da la gana.
CONTINUARA….
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