Tratando de encontrar un titulo para este capítulo me doy
cuenta de que no me llega uno a la mente, pero que le vamos hacer hasta los
grandes genios alguna vez pasaron por lo mismo que yo, salvo el caso de que quizás
las experiencias vividas sucedieron de maneras inimaginables.
Viviendo esta nueva vida me doy cuenta de que las cosas no
son de color de rosas, pero si me he fijado que son tal cual como me lo
contaron los integrantes del cuarto oscuro, a lo cual debo de agradecer que me
lo advirtieron pero yo seguía con el impulso de chocar con mi propia pared
montado en patines si saber detenerme.
Cuando pongo en una balanza lo vivido hasta ahora me doy
cuenta de que aun salgo ganando por muy poco margen, y de lo cual debo decir
que no me arrepiento ya que lo que Dios me ha mandado ha sido muy bueno.
Admito por momentos que las cosas cuando no marchan como uno
quiere quisiera salir corriendo pero a pesar de eso seguimos con los pies
plantados sobre la tierra, quizás no la tierra que me imagine pero aun si sigue
siendo terreno firme.
Agradezco a mi esposita que ha sabido estar al lado mío
remando en la misma barca y sé que aún nos falta mucho; así que a usted que por
casualidad de la vida se detuvo un momento en leerme solo le digo que no hay
porque desesperarse, agarre al toro por los cuernos y dómelo, no se aflija en
pensar si se va caer, y en el caso de que se caiga levante ese lulo (voz de
taz) y súbase de nuevo al toro hasta que pueda dominarlo.
Y para que no sea todo sentimiento, les informo que la
verdadera volvió a sus andanzas, algo se trae entre manos, aun no estoy seguro
porque al momento de escribir este capítulo no tengo un diagnostico realizado
por un facultativo, pero si bien veo las características del estado parece que será
alguna travesura sin precedentes por parte de ella.
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