martes, 12 de noviembre de 2013

La Faja.



Haciendo un estudio social me he dado cuenta que los tiempos han cambiando de una manera asombrosa porque quien diría hace unas cuantas décadas atrás que las fajas llegarían a convertirse en un prenda tan valiosa en estos tiempos modernos.

Dentro del estudio se llego a conclusión de que no tiene edad, raza, color o tamaño, hay para todos los usos y engaños, si hombres nos han vendido un sueño.

Claro, no me mal interpreten no me opongo a que sean usadas para recoger ciertas cosas pero usarlas para mostrar otras cosas que no se tienen de manera natural o con ayuda de la ciencia  como que ya es un abuso para la vista de los ojos inquisidores que hay por doquier.

 Pero es que en mi infancia de las únicas fajas que se hablaba eran las del campeonato nacional de lucha o de las fajas del campeonato en parejas o también de la fajá que se daba uno en el colegio cuando se salía al recreo.

Ahora en la era pop-moderna de lo que se habla es si esa faja tiene o da aquello, trayendo como consecuencia que las mentes maquiavélicas se llenen de imágenes inexistentes y que al momento de destapar se den cuenta de que el vil engaño es para atraer a cual mosca que se marea por el delicioso sabor de la miel.

A esos niveles es que estamos.

Donde venden La Felicidad?



En ciertos momentos de la vida no se han preguntado donde encontrar la felicidad o han detenido a alguna persona para preguntarle al menos donde la venden?

Para algunos la felicidad llega de cualquier manera para otros puede convertirse en una lucha constante de esas luchas que se dan como la del bien y el mal en donde casi siempre gana el bien.

Y para los que no andan en la búsqueda y mucho menos en la compra pues le parecerá una quimera.

A veces llega un tiempo en la vida en la que uno se cansa de la búsqueda constante de la dichosa felicidad y prefiere mejor comprarla (si la vendiesen) porque sería menos agotador que tener que salir a buscarla.

Dicen que el que busca encuentra pero caramba ha de estar bien escondida ya que se ha desaparecido y nadie ha puesto un letrero de “SE BUSCA” (bien estilo del medio oeste).

Pero la cuestión es que si alguien puede decirme donde la venden para salir a comprar par de patanas para repartirla alrededor y darle a todo aquel que la necesite creo que me llenaría de satisfacción y que ironía a lo mejor de felicidad.

Aprovechemos el tiempo que nos queda en esta tierra y brindemos un poco de felicidad que bien que caería a los que no les llega.

P.D.: escuchen del cantante cubano Francisco Céspedes: Adiós Felicidad