Extracción en cualquier parte.

Cuenta la leyenda que cuando toca hacer la extracción no importa las condiciones, el tiempo ni la forma, se debe hacer por el amor que se le tiene a los hijos. 

 Es bueno aclarar (para los nuevos lectores) que de la extracción que hablo no es de una operación compleja con efectivos militares o especialistas en la materia, sino mas bien de la operación que hacen las madres que lactan a sus hijos (incluya risa). 

 La mami fresa que me cuenta su historia empieza de la siguiente manera: 

 Estaba en un evento laboral fuera del trabajo y en un momento de pausa pues decido hacerme la extracción que me tocaba y ya que en el lugar que me encontraba no pude ubicar un lugar adecuado para los fines, pues pude encontrar un lugar apartado, dígase un aula (el evento era en una universidad) y como estaba vacía pues empiezo hacer mi proceso en lo que el evento se reanuda. 

 Pasado un rato entra un joven que también asistía al evento y sin mediar saca su laptop y se pone a trabajar sin percatarse de mi labor como madre, al principio me dio un poco de apuro pues generalmente hago mis extracciones en lugares destinado a los fines y en donde entran otras madres que están en el mismo proceso que me encuentro yo; pero el joven no se dio cuenta ya que yo estaba algo cubierta precisamente por si se presentaba este escenario y como él tenía su apuro por ubicar un archivo pienso que no se fijo lo que hacía.

En mi proceso de extracción tengo que trabajar con las dos glándulas mamarias, con cierto disimulo hice el cambio de derecha a izquierda y el joven ni por enterado se dio, luego me detuve a pensar y me llegaron algunas conclusiones sin caer en la paranoia o en el delirio de persecución: 1) el tipo de verdad esta muy atareado que ni se fijo; 2) quizás me vio pero le dio apuro o vergüenza; 3) simplemente sabe en lo que estaba y fue respetuoso; 4) etcétera.

 Ah pero también se me ocurrió pensar que hubiese pasado si fuera una mujer que no necesariamente estuviera en la misma condición o si lo estuviera, y la conclusion fue que nos hubiésemos puesto a hablar y a compartir nuestras experiencias o las mías en caso de que la otra persona no lo hiciera, en las tantas cosas que uno hace por los hijos o simplemente no hubiésemos comentado nada y cada quien siga en lo suyo. 

 Esta es la vida bellamente caótica que estoy viviendo por el amor de mi pequeño vástago y me tiene que aprovechar mientras siga en esto.