sábado, 13 de enero de 2018

Engañados en Higüey.



Me escribe por WhatsApp un querido amigo (el ciclista) y me dice que si le puedo hacer el favor de irlo a buscar a la distinguida ciudad de Higuey ya que tiene un evento ciclístico y su hermano se le complicó y no podrá ir por él; yo con mucho gusto le digo que no hay problema. Para tales fines deja su guagua en su casa y también en el proceso involucra a otro ilustre amigo (el magnate) que se había hecho el loco pero al final apareció.

La pauta era que saliéramos de la ciudad a eso de las 14 horas para que llegáramos allá sin mucha prisa pero a tiempo para que lo busquemos cual paquete olvidado es y así mismo fue que se hizo, nos fuimos sin prisa y aprovechando el viaje para ponerme al día con varios temas con el magnate porque como ustedes comprenderán el individuo es medio difícil de localizar.
Luego de un par de horas charlando y contemplando el paisaje del este de nuestra isla llegamos a la gran ciudad de Higüey en donde luego de ver lo limpia que esta la ciudad (la envidia de la capital) nos dispusimos a ir al lugar del encuentro en donde nos reuniríamos con el ciclista.

Ya las personas que tienen tendencia a leerme saben que en la mayoría de mis relatos si empezamos bien termínanos de regular a mal o si empezamos mal tratamos de terminar lo mejor posible; iluso yo (otra vez) que pensé que una de mis historias no iba a tener ningún problema. Pues resulta y acontece que el ciclista previo al viaje nos había dado la ubicación del GPS (si del GPS a estas alturas hemos evolucionado) para que estuviéramos sino exactos lo más próximo al lugar de donde se “supone” que iba a estar, pero una vez más caí en la trampa y por voz de mujer (nada personal) pero todo el que ha usado el mapa sabe que la voz inconfundible de la dama te dice por dónde ir pues así mismo lo fuimos haciendo, sin embargo, cada vez que hablaba sentía que nos iba alejando de la civilización, (vamos agregarle el ingrediente extra de que el ciclista nos dejó la gasolina de su guagua contada literalmente y perdíamos la señal del celular) y cada camino se iba poniendo chin a chin angosto (no me refiero al mes del calendario) y enlodado lo que comenzó a cuestionarme la exactitud de esa dichosa ubicación recibida con anterioridad.

Mi copiloto el magnate solo atinaba a decir cuidado si nos quedamos enchivados por estos predios, como me considero un chofer con cierta manejo en la conducción y más aun después de ver muchos programas de montañismo en donde enseñan como precisamente no quedarte enchivado pude sortear los baches con el mayor de los cuidados (modestia incluida).

Pero como todo llego el momento de decir es mejor que el ciclista nos vaya a buscar a la ciudad porque ya se está poniendo oscuro y con el detalle de andar en reserva pues era lo más lógico regresar a un punto en donde podamos encontrar señal por si acaso nos perdíamos.

Con mucha dificultad dimos la vuelta y comenzábamos a salir hasta que nos topamos con otro vehículo incluso más grande que el de nosotros que venía de frente, como la lógica indica y la caballerosidad también regrese un poco hacia atrás donde había un espacio lo suficientemente ancho para que el otro vehículo pudiese pasar y nos encontramos con la más agradable noticia de la tarde y era que las personas que transitaban por allí les había pasado lo mismo que a nosotros que por guiarse del mapa andaban perdidos (en el fondo no me alegraba por su situación ya que estamos en la mismas sino más bien porque ellos si tenían señal en su celular y amablemente nos permitieron hacer una llamada al ciclista que solo decía devuélvanse que los ubicare en otro sitio).

Salimos raudo y veloz de aquel caminito, luego el sentido poco común del hombre nos lleva a hacer la pregunta de ubicación que nunca queremos hacer porque creemos que nos la sabemos todas (error) y para nuestra sorpresa el lugar de encuentro que deseábamos saber nadie lo conocía, el magnate y yo nos miramos la cara y dijimos estamos oficialmente perdidos pero Dios siempre bueno nos manda una señal y era un nos ciclistas que aparentemente andaban en el tour y el magnate dice vamos a caerle atrás. Lo cual así lo hicimos y cada vez que le preguntábamos a alguien sobre el lugar nos decían una forma diferente de llegar.

Al final para no seguir alargando la historia tuvimos que irnos por el camino más largo (pero pavimentado) y saliendo de la ciudad casi llegando hacia Hato Mayor nos pudimos encontrar al lado de la carretera que el buen amigo el ciclista y cuando creíamos que nos regresaríamos raudo y veloz hacia la capital nos dice esperen que tenemos que buscar a par de compañeros más que van pero ellos nos están esperando en un lugar que obligatoriamente hay que pasar para salir de Higüey, y yo algo incrédulo le dije que si no están allí se quedan amanecer porque a mí me está esperando un locrio (que no se dio pero yo aún no lo sabía) en la casa de uno de los compadres de luxe.

lunes, 11 de julio de 2016

CACATA ARAÑA Y SU HERMANO EL HOMBRE ARAÑA.



Cuando comencé a escribir en este blog nunca me imagine que mis aventuras iban a terminar o mejor dicho a comenzar en el núcleo familiar específicamente con mis hijos, ósea que tendré muchas historias que contar hasta que Dios me lo permita.

Esta historia como su titulo lo indica se trata de las travesuras de dos hermanos que aun siendo tan jóvenes e inocentes en su andar ya empezaron a dar de que hablar, pero para variar el personaje principal de este relato lo es la cacata araña, es decir mi princesa caramelo que solamente tiene ese título ya que pertenecemos a la familia sabores y realmente nos ha sorprendido por su gran habilidad para escalar por todas partes.

Como han leído muchos al verdadero hombre de las tiras cómicas lo pico una araña radioactiva y sus genes mutaron y de ahí el porqué es el sorprendente hombre araña, en nuestro caso y hasta donde yo sé a ninguno de nosotros nos ha picado mas allá de unos cuantos docenas de mosquitos pero no creo que contenga lo suficiente para convertir a una pequeña princesa en una escaladora natural.

Tomamos el nombre de cacata araña por varias razones, entre ellas esta que su hermano mayor es fan número uno del hombre araña y cuando digo fan es que lo tiene casi todo: uniformes, mascaras, vasos, cepillos, stickers, rompecabezas, t-shirts, bicicletas y así sucesivamente; pero mas allá de eso en nuestra isla también se le conoce como cacata a una araña que se da mucho por estos lares y combinando eso con cierto afro que lleva la susodicha pues entendemos que le pegaba bien el nombre.

Hay que destacar que las habilidades de escalar de esta joven promesa nos deja desconcertados, claro entendemos que los niños se suben donde sea, pero yo no recuerdo haber visto en mucho tiempo tanta rapidez y sencillez con la que esta cacata se sube en todas partes, es decir, no respeta ni que la vean porque el origen de que muchos niños se suban en todas partes es precisamente cuando nosotros los padres confiados nos descuidamos ese segundo pero no llegamos a imaginar que en cuestión de fracciones se suban en todos lados.

Es más me atrevo a compararla con cualquier cabra montés de esas que aparecen en los documentales que viven al filo de la montaña porque he visto que suben rápido pero donde llego esta cacata no creo que haya competencia. Yo soy de los que creo que las habilidades que posea un ser humano deben ser explotadas para que este desarrolle y continúe creciendo pero por suerte para mi esposa en nuestra isla no se practica el alpinismo y los otros deportes extremos estoy 100% seguro que a mí no me dejaran introducirles pero ya veremos de aquí a 20 años.

Mientras tanto las sillas, muebles, escaleras, cunas y demás objetos que inspiren a esta niña treparse estarán siendo súper vigiladas en todo tiempo y lugar para así evitar que a su madre no le de un infarto y/o me dé con el palo de la escoba en la cabeza todo al mismo tiempo.

martes, 15 de septiembre de 2015

Mes para choferes, mes del manejo.

Hay momentos en que te das cuenta ya sea mas tarde o mas temprano que debes andar por la vida con la hermana "Prudencia" para todos los lados porque no sabes en que momento se te puede presentar una situación en la que fácilmente puedes perder los estribos (y no precisamente los de tu vehículo).

Hasta la mitad de este mes de septiembre del 2015 luego de una serie de eventos que hay que enmarcarlos en la pared para cuando pases por el pasillo verlos a diario y recordar no caer de nuevo en ellos pude analizar bajo la discreción de la soledad que uno como chófer con cierto dominio del volante tiene que ser cauteloso al momento de tomar decisiones que pueden tener como consecuencia finales o principios catastróficos que luego seria muy difícil sortear, y esto ultimo lo vemos a diario en el trabajo, en la relaciones interpersonales, en lo económico y hasta en lo espiritual.

Cuando llega ese momento nefasto en el que te ves envuelto sin remedio en tomar una decisión se debe jalar el freno de emergencias, soltar el paracaídas y bajar las revoluciones a la mínima expresión con tal de que lo que sea que pensaste decir o hacer en alta no tenga consecuencias irreversibles y después andes pidiendo cacao por ahí triste y harapiento.

Así querido (a) lector (a) siéntese un momento y reflexione, mire hacia el cielo y de gracias a Dios porque si usted se ve en una situación que esta a tiempo de corregir o por el momento pasar el niagara en patines porque no tiene ni consiguió a un amigo que le prestara una bicicleta significa que la primera parte de lo peor ya paso y esta en el ojo del huracán esperando que llegue la segunda tanda que es la que da mas duro, pero voy mas lejos si pudo pasar esa vicisitud con el menor de los daños sufridos porque se supo manejar y puso en practica todo lo que dice el manual del conductor pues permita me felicitarle por haber llegado a la otra orilla aprendiendo de la lección recién vivida.


P.D.: Conduzca con cuidado y no se lleve a nadie por delante en el camino hacia la cima porque es muy duro tener que bajar y encontrarse de manos a boca con el atropellado en circunstancias no muy agradables para usted.

sábado, 15 de agosto de 2015

REGRESANDO...


Ha pasado mucho tiempo desde la última vez por estos lares, que decirles muchos cuentos poco tiempo, esperemos cambiar eso.

Resumiendo un poco la verdadera volvió a dañarse o mejor dicho no ha sido posible arreglarle todo, taz creciendo, algunos de los personajes ilustres de mis peripecias con nuevas adquisiones incluyendome en ese mismo grupo. Así que las historias han de cambiar por mucho.

Los objetivos son los mismos pero dirigidos por otros vientos. Dios tomando el control de muchas cosas, así que atentos a la nueva temporada de un moreno aún con algunas peripecias por contar.