Cuando las cosas no están para ti ni que te pongas ni aunque
te quites se te dan. (El TTP 2014).
Así empieza esta pericipecia con esta frase dicha por mi
querido ttp luego de una semana en búsqueda del moro perdido y sus
consecuencias catastróficas.
Me dirijo pues antes ustedes olvidados lectores con una pequeña
historia basada en hechos reales sucedido hace menos de dos semanas cuando el
ttp tiene varias entrevistas de trabajo para buscar un mejor porvenir y claro también
pagar las facturas en donde en medio de cada una con días de diferencias comienzan
a pasarle cosas que él para sus adentros se preguntaba si eran señales del más
grande o simplemente cosas fortuitas que le pasaban por descuidado.
Lo primero es que tengo que decirles que el ttp se ha dedicado de un tiempo para acá a la vida
fitness, es decir a ponerse hacer ejercicios y a comer menos porciones de lo
mismo que traga normalmente (cosa que debería de hacer mantequita), todo esto
con el fin de bajar un poco el size y así encajar nuevamente en un closet que
tiene que su amada esposa casi estaba donando a la caridad, pero el hombre en
baja sabiendo que las cosas hay que verlas desde otra perspectiva toma la sabia
decisión de ponerse a brincar soga seguido de la buena idea y del plan de dieta
de nuestro hermano que vive fuera que lo denominaremos como “el viajero”.
Para la una de las entrevistas que tiene en agenda el día que
le habían pautado fue un viernes, nos
indica el ttp ha algunos de sus compañeros de andanzas que tiene varias
opciones antes de ir al encuentro en horas de la tarde, entre ellas están: ir
al gimnasio a saltar la soga, bajarse un plato de sancocho con arroz blanco o
simplemente quedarse en su casa y comer algo ligero; mantequita rápidamente le
aconseja que se quede tranquilo en su casa para evitar cosas y que mas allá de
comer pesado que se coma algo ligero para que no fuera cosa de que el organismo
le hiciera una mala jugada delante de la gente.
Pero como hombre inquieto al fin el ttp toma la decisión de
marcharse al gimnasio para hacer algo de cardio y sudar un poco para avivar el
cuerpo, de esta manera obviando todo lo que le dicen previamente, por suerte en
el gimnasio no tuvo contra tiempos y con velocidad llega a su casa pero ya no
le da tiempo de calentar el sancocho y se va para su entrevista con un vaso de
agua en el estomago (al menos de esta nos salvamos, pensamos la mayoría).
Pero son ilusos aquellos que no conocen el comportamiento
anormal del ttp y dan las cosas por sentadas para con él. Como el hombre está
en modo ecológico y es un creyente por fuerza del transporte colectivo toma la
calle y se monta en varios vehículos incluyendo el metro para cruzar hasta el
lugar de la entrevista, por suerte se había hecho algunos amarres con gente
conocida para que lo aceptaran rápido, pero como no todo es felicidad la
persona que lo tiene que ver le dice que tiene una reunión y que en ese momento
no podía recibirle pero que no se fuera lejos que desde que saliera lo atendería
para así entonces seguir con todo el protocolo de la entrevista.
El ttp como no tiene más nada que hacer se dirige hacia un
centro comercial y se pone a dar
vueltas, pero recuerden que salió de su casa con solo agua y ya el cuerpo le
estaba exigiendo nutrientes que había perdido saltando la soga más temprano,
pues caminando llega hasta el piso donde se encuentran los lugares de expendios
de alimentos y retándose a si mismo elige como menú un pollo teriyaki con un tazón
de arroz dique para no perder la costumbre; si fuera de parte de nosotros le hubiésemos
dado como opción un plato de ensalada ya que recuerden que tiene una entrevista
en pausa y que sería muy cuesta arriba luego de estar ahí que el cuerpo
desafinara al momento de estar con el entrevistador, para suerte y verdad no
pudo comerse todo el plato y al final luego de varias llamadas le posponen la
entrevista para la semana entrante porque la reunión se extendió demasiado.
Hasta aquí podríamos decir que no le fue tan mal salvo la posposición
de la entrevista pero el asalto dos vendrá a aclarar muchas cosas.
Llega la semana siguiente y con relación a la otra entrevista
el día pactado fue el lunes, nos da sus opciones de lo que puede hacer y le
decimos lo que debería de hacer, pero el ttp siendo el ttp no nos hace caso y
nuevamente arranca para su gimnasio a saltar sogas y hacer cardio, como ya le había
pasado previo esta vez fue más cauteloso y llego a su casa y con cierto espacio
de tiempo pone a calentar un remanente de un moro que le había dejado su esposa
para que no pasara hambre mientras ella está de gira por una semana (complejo
de gitana).
Pero en el ínterin de la calentadera a fuego bajo aprovecha
y se cuela en el baño para ir avanzando un poco y así ganar tiempo, pero como
las cosas no están escrita hasta este momento, el ttp se le olvido que había dejado
la comida en baja y cuando le dio el olor a quemado sale disparado de la bañera
mojado y enjabonado y medio del pasillo doblando la esquina puso freno y no hay
que ser físico para entender que en una superficie plana y un hombre al desnudo
jabonoso con varios kilos de grasa corporal doblando no le iba a pasar nada (sarcasmo
incluido).
Al contrario lo que no le paso, vamos desde arriba, se la
quema la comida, se dobla una muñeca, obviamente cayó de bruces en sus
posaderas (lulo como diría taz) y por si fuera poco rompe con la cabeza un tope
de cristal de una mesa que estaba precisamente en la esquina del estrallon, aquí
puedo aplicar una frase que vengo escuchando desde que tengo uso de razón y que
se utiliza en el ambiente del beisbol, la jugada fue safe.
Todo eso por no estarse tranquilo en un solo lugar, como se
ha de comprender el jugador tuvo que llamar al lugar adonde seria la entrevista
para que le colocaran otra fecha ya que en las condiciones en las que se
encontraba no iba ser posible que un hombre mal trecho funcionara con cierta
normalidad (recordando siempre que es del ttp de quien hablamos).
Pasan varios días el ttp en reposo y lo llaman del lugar de
la primera entrevista para que pase por allá a concluir lo que no había empezado,
al parecer cayo solito en conciencia de que en los días previos no era buena
idea ir a saltar soga al gimnasio y mucho menos atracarse de comida mundana
cuando te llaman para concertar una reunión; se toma lo que llamaríamos un
aperitivo y sale en paz.
Llega al lugar de los hechos hace todo como dice el protocolo,
cuando sale de regreso para su casa se da cuenta que llegando casi al pie de la
puerta para subir al edificio que dejo las llaves de la casa en la oficina del
caballero que lo entrevisto, algunos entendidos en el asunto creemos que la
secuela de los golpes sufridos en días anteriores estaban haciendo estragos en
su mente, para suerte el caballero con el cual se reunió es conocido de él y le
dijo que le cruzaría la llave ya que vive relativamente cerca que solo tenía
que pasarla a buscar a su casa.
Aquí es donde la puerca tuerce el rabo, porque ese día el
ttp andaba en modo ecológico, entiéndase que la llave del dálmata estaba en su
casa como debe de ser y no tenia forma de cómo llegar a donde el conocido,
llama a este escritor para que lo auxilie pero precisamente ese mismo día tenia
a la verdadera en el taller para un chequeo de rutina y no tenia forma de cómo extenderle
la mano; le pregunto que si no tiene alguna copia de la llave de su casa donde
su madre o donde los suegros y contestándome
con risa de un desamparado me dice que están dentro de la casa, yo me explote
de la risa porque solamente a él se le ocurre dejar copias de llaves para casos
de emergencias como este dentro de su casa.
Le indico que lo único que puedo hacer es ofrecerle una
cama, una sabana y botella de ponche casero que hizo la doctora para que
pudiera lidiar con la situación, me dice que lo pensara mientras se marcha
hacia la casa de su madre donde lo espera un caldo y una habitación con a/c
para reflexionar sobre las cosas que le pasaron.
Todo esto le paso porque estaba escrito y de cierta manera
no se llevo de los consejos y advertencias dada por un panel de expertos.
Y por cierto tiene que aun responder por el tope de cristal
roto.
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